Confirmaron tuberculosis en Tribunales – Argentina

Publicado el 04 de Julio del 2018


Comodoro Py y Palacio son los lugares donde se registraron hechos. Se adoptaron medidas de prevención aisladas. Cámara del Crimen le pidió intervención a Corte. (Ámbito)

Pese a un intento desesperado para que el tema no escale, el contagio de tuberculosis a seis funcionarios judiciales provocado por el traslado a tribunales de presos afectados con esa enfermedad obligó a la Cámara del Crimen a adoptar medidas para evitar la multiplicación de casos.

Lo mismo ocurrió en las últimas horas con los Juzgados Nacionales N°30 y N°43, en cuyos despachos se registraron hechos que dispararon la alerta en el gremio que conduce Julio Piumato y en el Consejo de la Magistratura, al que se le solicitaron medidas de salubridad.

Mientras que el Servicio Penitenciario Federal (SPF) deslindó responsabilidades ante el Ministerio de Justicia, reconoció a su vez, que no existe un protocolo especial para que los afectados sean llevados a dependencias judiciales, más allá de constatar si presentan síntomas visibles.

El intento de desmentida a la información que reveló Ámbito Financiero quedó sepultado con la decisión de la jueza de la Corte Suprema, Elena Highton de Nolasco de declarar “feria” el 1 de junio para esos dos juzgados que se asientan en el Palacio de Justicia, (a pedido de la Cámara) y por haber tenido que ser clausurados para desinfección ante la presencia del bacilo que transmite la tuberculosis y que obliga a un severo tratamiento, tanto de quienes la padecen, como de quienes estuvieron en contacto con la enfermedad.

A todos los empleados de esos juzgados se los sometió al test de Mantoux, que permita establecer si estuvieron en contacto con el bacilo de Koch que se transmite por vía aérea, a través de la tos, y se aloja en los pulmones.

La propia Cámara del Crimen que preside Juan Esteban Cicciaro envió a los potenciales afectados a consultar con la doctora Marcela Natiello, del Hospital especializado en enfermedades infecciosas, Francisco José Muñiz. La especialista en tuberculosis confirmó los diagnósticos.

Por lo bajo, varios magistrados de ese tribunal sostuvieron que el asunto no se manejó de manera adecuada y que se minimizaron las consecuencias que podría haber tenido el episodio si la enfermedad se propagaba por ausencia de controles. Tanto ayer como hoy, detenidos comenzaron a ingresar a declarar con barbijos en los juzgados N°30 y N°43 por orden de los jueces.

Hubo otra señal de alerta: empleados denunciaron ante el gremio que había personas que padecían sarna y hepatitis, algo que no había sido advertido en la unidad penitenciaria y de lo que recién se anoticiaron cuando llegaron a las oficinas judiciales. Se rubricaron actas por estos hechos.

Los certificados médicos a los que accedió este diario son inequívocos. Las identidades de los empleados afectados se mantuvieron en reserva por cuestiones de privacidad. Pero el diagnóstico rubricado por médicos de reconocidas dependencias da cuenta de la internación de una paciente en el CEMIC por “neumonía tuberculosa”.

Su licencia médica fue extendida pero su puesto interino corre riesgo por ausencia. “Se interpreta el cuadro como neumonía tuberculosa, sin poder descartar aún neumonía aguda de la comunidad, por lo que comienza tratamiento con 4 drogas”, indicó el parte que prescribe además fármacos de seis drogas distintas con ingesta diaria para el período de alta, incluyendo exámenes oftalmológicos por posibles efectos secundarios de los medicamentos para combatir la tuberculosis que tienen un período de tratamiento de hasta 9 meses.

La Obra Social del Poder Judicial ratifica el origen de las dolencias. “TBC pulmonar” es el diagnóstico de otro de los certificados (del juzgado nacional N°43) en el que se deja constancia del contagio sufrido por un paciente que mantuvo contacto con un preso afectado. Otros dos funcionarios judiciales están bajo tratamiento preventivo: no poseen la enfermedad pero estuvieron en contacto con el bacilo a través de reclusos que la portaban.

También deben ingerir pastillas por tiempo prolongado. Pero existe un contagiado que tiene más de 60 años y no puede tomar las dosis de medicación prescriptas por una cuestión de edad. Deberá ser vacunado contra otras posibles afecciones conexas ante la posibilidad de que la tuberculosis se reactive.

Fuentes judiciales del séptimo piso del Palacio de Tribunales como de Comodoro Py donde está ubicado uno de los juzgados de instrucción y uno federal afectados- ratificaron esta anormal situación y exigieron que se adopten medidas para evitar que funcionarios puedan exponerse a riesgos.

La Dirección General de Régimen Correccional del SPF elevó un informe también a pedido de la Cámara del Crimen- en el que detallaron el procedimiento que siguen cuando los detenidos son trasladados desde comisarías policiales y la Sección Asistencia Médica corrobora su ficha médica, que incluye entrevista personal con el detenido y eventualmente se lo aísla, si presenta síntomas que podrían afectar a terceros.

Aun así se reconoce que “no existe un protocolo específico para el Servicio Central de Alcaidías (Unidad 28)”, que es la dependencia penitenciaria que se encuentra en el subsuelo del Palacio de Tribunales.

Fuente de la Información: Ámbito