1,4 millones de personas con tuberculosis, sin tratamiento durante el primer año de COVID-19

© UNICEF/Vinay Panjwani | Un médico de Gujarat (India) comprueba la radiografía de tórax de un paciente en busca de signos de tuberculosis u otras infecciones pulmonares.

Los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), procedentes de más de 80 países, mostraron una reducción del tratamiento del 21% en el primer año de la pandemia, en comparación con 2019.


Las mayores diferencias se produjeron en Indonesia (un 42% menos), Sudáfrica (41%), Filipinas (37%) e India (25%).

“La interrupción de los servicios esenciales para las personas con tuberculosis es solo un trágico ejemplo de las formas en que la pandemia está afectando desproporcionadamente a algunas de las personas más pobres del mundo, que ya estaban en mayor riesgo de contraer la tuberculosis”, dijo Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la OMS.

La atención universal es una prioridad

“Estos datos aleccionadores apuntan a la necesidad de que los países hagan de la cobertura sanitaria universal una prioridad clave a la hora de responder a la pandemia y recuperarse de ella, para garantizar el acceso a los servicios esenciales para la TB y todas las enfermedades”.

La tuberculosis sigue siendo una de las enfermedades infecciosas más mortíferas del mundo.

Cada día, cerca de 4.000 personas mueren de tuberculosis y cerca de 28.000 enferman de esta enfermedad prevenible y curable. Los esfuerzos mundiales para combatirla han salvado unos 63 millones de vidas desde el año 2000.

En vísperas del Día Mundial de la Tuberculosis, que se celebra el miércoles 24 de marzo, la OMS señaló que algunos países ya han tomado medidas para evitar el impacto del nuevo coronavirus en la prestación de servicios contra la tuberculosis.

Entre las políticas que han tenido éxito se encuentra la ampliación del uso de tecnologías digitales, como el diagnóstico asistido por ordenador en las radiografías de tórax -que resulta especialmente beneficioso en los países que carecen de un número suficiente de radiógrafos formados-, junto con la provisión de asesoramiento y apoyo a distancia y la prestación de servicios de prevención y atención de la tuberculosis a domicilio.

10 millones al año infectados

A pesar de estas innovaciones, muchas personas que padecen esta enfermedad prevenible siguen sin poder acceder a la atención que necesitan. A nivel mundial, unos 10 millones de personas enferman de tuberculosis cada año.

“La OMS teme que más de medio millón de personas más puedan haber muerto de tuberculosis en 2020, simplemente porque no pudieron obtener un diagnóstico”, dijo la OMS, añadiendo que esto no es en absoluto un problema nuevo; antes de que se produjera la COVID-19, la brecha entre el número estimado de personas que desarrollan la tuberculosis cada año y el número anual de personas diagnosticadas oficialmente con el virus era de unos tres millones.

“La pandemia ha exacerbado enormemente la situación”, dijo la agencia sanitaria de la ONU.

Medidas recomendadas

En las nuevas recomendaciones para ayudar a las autoridades sanitarias a abordar el problema, la OMS instó a realizar un cribado sistemático de la tuberculosis en los siguientes grupos: los hogares y los contactos cercanos de las personas con tuberculosis, las personas que viven con el VIH, las personas en prisiones y centros de detención, las personas expuestas al sílice (principalmente los mineros).

El cribado comunitario es beneficioso en poblaciones vulnerables con acceso limitado a la atención sanitaria, insistió la OMS, como las comunidades urbanas pobres, las comunidades sin hogar, los migrantes, los refugiados, las comunidades aisladas remotas y otros grupos vulnerables o marginados.

Otras innovaciones farmacológicas han hecho que los profesionales sanitarios también deban animar a los pacientes con tuberculosis multirresistente a adoptar el nuevo régimen de medicamentos más corto y totalmente oral, que ya no tiene un elemento inyectable.

Este régimen más corto tiene una duración de entre nueve y once meses “y las investigaciones han demostrado que a los pacientes les resulta más fácil completar el régimen, en comparación con los regímenes más largos que duran hasta 20 meses”, dijo la OMS.

Fuente: https://news.un.org/